Inauguramos lo que va a ser una especie de sección fija en el blog, la de críticas de cine. Ya que como agencia de publicidad que cuenta con la exclusiva de este medio en las Baleares creemos que merece la pena seguir yendo a ver las películas que nos gustan a la salas de cine.
Two guns, dos pistolas. Un título sencillo para una película sencilla. Porque por mucho que el director haya jugado un poco con el montaje, yendo y viniendo de pasado a presente y se haya marcado un par de “giros inesperados” en la trama, que podrían pasar fácilmente por trampa directa hacia el espectador, el film no es más que otra vuelta de tuerca a ese subgénero que alcanzó, como tantas otras cosas, su máximo esplendor en la década de los ochenta, las buddy movies.
Esas pelis en las que el protagonismo es compartido por dos tíos, los cuales suelen ser muy duros y algo divertidos. Uno de los más claros ejemplos puede ser el megaclásico “Arma letal” o su contrapunto “Colegas a la fuerza”, la mejor peli que hizo nunca Michael J. Fox de no ser por “Regreso al futuro”. El problema de two guns es que este género se apoya principalmente en el carisma y la química de la pareja protagonista, y aunque no sean precisamente unos novatos, el duo Denzel Washington-Mark Wahlberg no alcanza ni por asomo el nivel de compenetración de las parejas de los films anteriormente citados.
Pero ojo, una vez dicho esto, tampoco vamos a negar que si lo que quieres es atiborrarte a palomitas, olvidarte de todo y ver tiros y puñetazos imposibles cada 10 minutos de metraje (aproximadamente), esta película es sobradamente válida para eso. Basta decir que hay un momento en el que Marky Mark se carga un helicóptero de un sólo tiro y acto seguido guiña el ojo con una super sonrisa, vamos, ni CR7.