Este film podría titularse perfectamente «La La Land, la ciudad de la música», porque es una visión menos lírica y sin coreografías, aunque relacionada con “La ciudad de las estrellas: La La Land” de Damien Chazelle.
Se trata de una magnífica película sobre Los Angeles, capital de la industria de la música y demuestra que, en ella, el cine tampoco ha perdido su lugar, porque éste es un producto construido con los mejores elementos para hablar de los sueños, del triunfo -incluso a través de una cierta impostura a lo Commedia dell’Arte-, del trabajo duro en el mundo del espectáculo, y de los extraños caminos del amor.
El guión de Flora Creeson puede parecer previsible pero no lo será, porque cuenta una historia muy contemporánea -casi un docudrama-, sobre cómo se cuida, se mantiene y se crea una estrella de la música, aunque también contiene un trasfondo shakespeariano y una lectura fatalista y agridulce, con un happy end que no es para nada reprochable.
No será casual que los tres protagonistas principales sean hijos de celebrities en un film que habla de la fama (perseguirla, alcanzarla, rechazarla incluso, y mantenerla hasta el final con dignidad).
Tracee Ellis Ros (que da vida a la estrella Grace Davis), es hija de la gran Diana Ross,
Dakota Johson (Maggie), la asisstant, es hija de Don Johson y Melannie Griffith.
Kelvin Harrison Jr, asimismo, es hijo de los músicos Shirlita y Kelvin Harrison Sr. Y el papel de mánager de Grace Davis, lo interpreta nada menos que el rapero Ice Cube.
El protagonista, que en un guión es, por definición, quien relaciona a los demás personajes, o quien se lleva el gato al agua captando el cariño del espectador; aquí, está claro que es Dakota Johnson que parece haber heredado generaciones de genes artísticos justo para que parezca lo contrario: alguien que parece que no actúa en absoluto, y es el contrapunto al papel de gran diva que despliega con brillantez Tracee Ellis Ross. Destacar el difícil rol de Kelvin Harrison Jr, que además de un actor notable es un excelente interprete de jazz y blues.
Para preparar su papel de asistente, Dakota, que está casada con Chris Martin de ColdPlay y ha dirigido el video clip de “Cry, Cry Cry” del grupo, estudió el personaje en una amiga productora musical
- Mis hermanos, Chris, muchos de mis amigos… son músicos. Vivo rodeada de música –ha declarado Dakota Johson-
La directora y actriz canadiense de origen indio, Nisha Ganatra ha dirigido con buen pulso esta película que tal vez pertenezca a un género no demasiado apreciado entre nosotros, aquí en España. Tal vez porque nos resulta imposible comprender la magnitud de su industria y la capacidad de admiración hacia el ídolo. Aquí al artista preferimos verle a través de los programas de cotilleo, encontrarle pegas y defectos. Se le persigue y critica, porque nuestro pecado nacional -la envidia-, hace que finalmente todos los triunfadores, acaben residiendo en países donde ser una estrella es un mérito.
El título original de la película en su país de origen es The High Note, y esa referencia a la escala musical y a la excelencia, ya denota que es una película sobre el mundo de la música. Les aseguro que a poco que les guste, van a disfrutar de un puñado de excelentes temas, emocionantes interpretaciones y una historia, que suavemente y sin alardes se va metiendo y acaba, como en la canción de Cole Porter: bajo la piel.
Jaime Roig de Diego
Palma. Junio. 2020